Volver a casa. Volver a la rutina, al trabajo. Regresar a mi hogar. Reencontrarme con los amigos y compartir experiencias. Poner a punto la casa, la nevera, el armario (si es que he estado en algún lugar con clima diferente) …
Todas estas cosas, entre muchas otras, suelo hacer cuando agosto o septiembre llega a su fin.
Algunas me gustan más (lo de los amigos siempre), otras menos (encontrarme la casa sucia y la nevera vacía como que no), pero son rituales que me preparan para el otoño, el invierno, la primavera… (esto me recuerda a una película coreana preciosa que mi hermana y yo disfrutamos hace años mientras mi exmarido y mi cuñado roncaban a pierna suelta en un minicine de Madrid).
He vivido este verano 2021 muy INTENSAMENTE. Es más, diría que, aunque no sea así, he hecho realidad los sueños de este y de 2020 (el año de la marmota, como se le empieza ya a llamar, siguiendo con terminología cinematográfica – si no habéis visto la peli “Atrapado en el tiempo” ya estáis tardando -), es como si VIVIERA los dos veranos en uno.
Mi cuerpo ha sumado más de 8000 (sí, ocho mil) kilómetros (mi coche, Congo, unos seis mil). He revisitado Granada, Almería (Cabo de Gata); he descubierto una zona de España INCREÍBLE, el Prepirineo, provincia de Huesca; he vuelto a mi tierra por varias semanas; he volado de punta a punta de la península para zambullirme en un lugar perdido de la provincia de Málaga…
Y entre todo esto, lo más importante: las EXPERIENCIAS (VIVENCIAS, como las llamamos en Biodanza):
- Sumergirme en la BELLEZA de la mano de mi amiga Lourdes, pues pasear la Alhambra a todas las horas del día y de la noche, por dentro y por fuera, es experimentar continuamente ataques de BELLEZA (con estrella fugaz incluida).
- Integrarme en el cotidiano de una casa abierta y generosa en Cabo de Gata fue una inyección de pura alegría y vitalidad: Noche flamenca, charlas y risas, personas cariñosas e implicadas, baños en el azul de Agua Amarga, dejarnos tentar por el pescaíto y las tienditas (somos bastante “facilonas” en este sentido, jeje).
- Vivir de nuevo la experiencia de visitar sola un lugar mágico. En esta ocasión, Alquézar y sus alrededores: quise regalarme un día antes de integrarme en las vacaciones de Biodanza facilitadas por la maravillosa Beatriz Benabarre. Siguiendo sus consejos fui a parar a esta localidad, para mí hasta entonces desconocida. ¿Cómo es posible no haber oído nombrar antes esta joya? Alquézar es “de postal”, como diría mi madre: encaramada en un promontorio la llegada te deja embelesada; caminar sus piedras pulidas, atravesar sus arcadas, pasmarte literalmente con las “tajadas” de los acantilados que la rodean; visitar la Colegiata, antes alcázar árabe (de ahí su nombre) … PONER A PRUEBA mi cuerpo “pandémico” en la caminata por la orilla del río Vero (pienso que las próximas cosechas de ese vino llevarán algo de mí).
- ¡Zambullirme de nuevo en un encuentro presencial de Biodanza! En la naturaleza de Perarrúa, una aldea enclavada en escenario de ensueño: danzar en el jardín, en las salinas; dejarte llevar por tu ángel guía en la noche a la orilla del río, contemplar el más magnífico cielo al pie de las ruinas de un castillo (no había vuelto a ver un cielo así desde el lago Titicaca durante una aventura que muchos ya conocéis), y volver a sentir la TRIBU y su cuidado en este momento global tan singular, personas desconocidas hasta entonces que ya forman parte de mí.
- ¿Y qué decir de Galicia? ¿Ha sido un verano como todos los demás? Definitivamente NO. Me traigo para Madrid nuevos amigos, aprendizajes y muchos momentos gozosos. He conocido lugares escondidos al lado de mi casa, paisajes de cuento; momentos de mucha intimidad con personas presentadas antes de ayer y con las que sientes conexión inmediata. Me he traído el saber teñir con tintes naturales, tejer abalorios con una técnica japonesa… Vienen en mi mochila copas de vino y risas con mi familia, con amigos de los amigos, y se queda pendiente todavía algún que otro Aperol Spritz (pa la próxima).
- Para el final me dejo el encuentro del PRIMORDIAL y la extensión de BIODANZA EN MASAJE con mi Escuela querida. Cinco días de inmersión en un PARAÍSO malagueño que aún hoy, después de dos semanas, no puedo verbalizar muy bien. Solo decirte que me vine VESTIDA DE AMOR por los cuatro costados. Que la poesía me ha poseído y que he decidido prestarle mi ordenador. He escrito bastante y he publicado un texto. No sé qué será del resto de las palabras (algunas verán la luz, otras quedarán para siempre en el cajón y en algún lugar de mi cuerpo). De momento, el único que ha sido publicado se titula BARNIZ, y aquí te lo dejo:
BARNIZ
Barniz, cubierta de barniz, así llegué.
Pátina envejecida por más de nueve años,
profundamente cuarteada pero aún persistente.
Baño que otrora fue brillo, ayer mate, hoy disuelto sin remedio.
Brochazos de caricias me cubrieron bruñendo cada uno de mis miembros.
Pinceladas de amor curaron mis heridas más recónditas,
y frente a mí nació un vestido.
Vestida de amor volví a la vida, ¡qué extraño renacimiento!
Amor de ti,
amor de mí,
amor de todos,
amor de amor.
Amor tejido con el hilo dorado de lo intangible: miradas, risas, gestos sin palabras.
Amor que se ajusta a cada uno de mis rincones cosiéndome con mimo un traje a medida.
Mi pelo, mis ojos, mi boca…
Mi pecho, mis brazos, mis manos…
Mis caderas, mi sexo, mis piernas…
Y este corazón nacido para amar y ser amado.
Cubierta de barniz, así llegué.
Sin embargo, y para siempre, partí brillando en celofán rojo.
Mi rojo corazón GRANDE, VALIENTE, VICTORIOSO.
***
¿Y el tuyo? ¿Cómo ha sido o está siendo tu verano?
¿Qué nuevas experiencias te ha regalado?
Viajo con tu lectura a cada uno de esos sitios y me quedo embelesada. Qué preciosidad de texto. Besos.
Gracias, mi Vir.
A mí también me encanta compartir todo esto contigo.
Besos enormes!!!
Me emociona, me fascina, me encandila tu forma de describir amando las cosas, amando con cuidado la vida.
Gracias por ser esa gnoma increibleque vive en ti
De gnoma a gnoma: gracias a ti por absolutamente todo!!!
Beso enorme
Cómo me ha gustado leer tu verano! Qué alegría leerte y ver lo bien que lo has pasado. Un placer tenerte de vuelta.
Gracias, querida Mavi.
Yo te he seguido y he visto que vosotros tampoco lo habéis hecho nada mal.
Un abrazo inmenso para los dos!!!
Un verano bien intenso. Me alegro por ti, porque se te nota pletórica.
Que lo sea más que 2020 pero menos que 2022.
Gracias, querida Silvia.
A ver si nos vemos muy pronto y podemos contarnos mutuamente.
Un besazo
Maravilloso!!
Excelente cómo describes cada vivencia, tan detallada que se saborea, tan intensa, tan especial.
Enhorabuena por ese verano tan mágico y tan completo.
Tu felicidad es la mía.
Gracias por escribir y compartir.
Gracias, Merce!!!!!
Agradezco muchísimo tu comentario.
Me anima a seguir.
Mil besos!!!
Uy que sorpresa Esperanza. Me ha encantado. Transmites mucha energía y ganas de vivir. Gracias por compartirlo conmigo.
Mil gracias, Cristóbal!!!
La verdad es que este verano ha sido tan especial que necesitaba darle salida por la escritura.
Un abrazo!!!