Caminaba por la playa rebuscando entre las conchas el arcoíris, queriendo rememorar aquellas mañanas de risas y felicidad.
Le costaba, sus ojos cansados no lo veían y ella, con el anhelo de recuperar la niñez en su palma, con la necesidad de regresar, de salir del laberinto, se aferraba a la esperanza de que eso, precisamente, sería su salvación.
Miró al mar por un instante, y fue en él donde se reconoció.
En la orilla, la furia de las olas. Ellas le ayudarían a resquebrajar la coraza, el dolor forjado por tantas y tantas noches en vela.
Se olvidó del arcoíris y, sin temor a la desnudez, las prendas fueron cayendo una a una a sus pies al tiempo que, como estallido de tormenta, se arrojaba al azul.
Se abandonó al vaivén y fue espuma, fue concha, también venus renacida.
Ya nada ni nadie la destruiría porque así era ella, indómita, valiente, victoriosa.
Texto: Esperanza Castro
Imagen: Esperanza Castro
Precioso y emotivo!!!! Me encanta como escribe, muy clarito y se entiende perfectamente. Besos
¡Gracias, Inmaculada!
Tu comentario me anima a seguir escribiendo
Un beso enorme.
Que bonito!!!!
¡Muchísimas gracias, Car!
Un beso grandeeee
FOTO LLENA DE VIDA, ALEGRÍA E ILUSIÓN. TEXTO SENCILLO, FLUIDO, MELÓDICO Y METAFÓRICO REPLETO DE FUERZA Y CORAJE.
GRACIAS.
Muchísimas gracias, Carmen, por tu comentario.
Valoro mucho tu opinión.
Un abrazo de los grandes.