La Biodanza me ha permitido conectar con mi interior, con mi físico y mi entorno. Me ayuda a estar en el aquí y ahora, en tratar y sentirme con más cariño y tener una conexión más amorosa con los demás.
Esperanza, nos trasmite toda su energía, alegría y entusiasmo. Está totalmente implicada con la Biodanza, la vive y la siente y así nos lo contagia. Es una persona muy cercana y atenta. Es un auténtico placer, asistir a sus clases.